RITUAL PARA RECIBIR A LOS ARCÁNGELES EN CASA
EL 29 DE SETIEMBRE
« Necesitaremos 7 velas con los colores correspondientes a cada Arcángel pero si no estuviera a nuestro alcance podemos utilizar un velón blanco, recuerden que las velas o velón siempre deben apoyarse sobre una base, candelero o platillo, el incienso. Y, por supuesto, la infaltable caja de fósforos, que no es recomendable reemplazar por un encendedor. Como precaución se sugiere colocar un poco de agua en la base que utilicemos, para que apague la llama de las velas si se consumen cuando no estemos cerca.
« Flores de colores. Cada uno verá las que hay disponibles según el lugar, la época y el costo.
« Un apagavelas de cualquier tipo. El fuego de nuestro Altar es Sagrado y nunca debe apagarse con un soplido. Se lo debe apagar con un apagavelas o en su defecto apretando con dos dedos humedecidos la base del pabilo. Si lo hacemos con decisión y sin vacilar, no nos quemamos. (Hay que practicarlo…)
« Un Altar no está completo si no contiene la simbología de los cuatro elementos de la naturaleza y algún Símbolo o Imagen Sagrada de nuestra preferencia. En este caso estarán los cuatro elementos en los materiales enumerados. La tierra en las flores, el agua en los floreros y el fuego en las velas. Falta el aire, que se representará con el humo del incienso que utilizaremos una base apropiada que proteja el Altar de las cenizas que puedan caer, también podemos utilizar un incensario o sahumador. La imagen o símbolo Sagrado puede ser una Cruz cualquiera, (Católica, Anhk, Celta, Caravaca, Rosacruz, etc.) un Buda, una Virgen, un Ángel, un Sagrado Corazón, una lámina, estampa o cualquier Icono que nos resulte inspirador. Ese es el requerimiento principal: debe resultarnos inspirador.
« Si podemos utilicemos ropa clara o blanca, por lo que simboliza y por la característica especial de no absorber ninguna vibración. El blanco las rechaza a todas.
« Finalmente si gustan pueden imprimir este Ritual, porque no podremos celebrarlo leyendo los diferentes puntos desde la PC. Sobre todo la parte que sigue a continuación que es el Ritual propiamente dicho.
« También no olvidemos de poner la música adecuada para acompañar el Ritual, un fondo suave de música inspiradora, no rítmica ni ligera.
Bien teniendo todo preparado comenzamos nuestro Ritual, sentadas cómodamente o de pie cerca de nuestro Altar permanecemos unos minutos en meditación, preparándonos para la Celebración. Cuando sentimos que llegó el momento, hacemos nuestra señal de saludo preferida, como puede ser la Señal de la Cruz. Luego encendemos las velas en el centro de la mesa. Luego encendemos el sahumerio o incienso. Comenzamos ésta Oración:
“Amados Arcángeles Miguel, Zadquiel, Jofiel, Chamuel, Gabriel, Rafael y Uriel: los invoco desde lo más profundo de mi Ser en los lazos de la Luz, la Paz y el Amor y los invito a que por su infinita misericordia acepten visitar mi casa y mi Altar, para que yo pueda comulgar con Ustedes y su maravillosa influencia.”
Seguidamente visualizaremos con gran fuerza interior la llegada de los Siete Arcángeles, preferentemente en la forma de siete llamas o rayos de luz, aunque puede ser en la forma que más prefieran. Invítenlas a pasar como si se tratara de visitantes físicos, con esta otra oración, siempre en voz armoniosa y clara:
“Amados Arcángeles Miguel, Zadquiel, Jofiel, Chamuel, Gabriel, Rafael y Uriel, sean bienvenidos a mi hogar, que será santificado por su presencia y voluntad. Los invito a mi Altar, al corazón de mi casa y al corazón de mi Ser, para que derramen sus bendiciones generosamente y me preparen en cuerpo, mente y espíritu para afrontar las pruebas que me resten pasar, adecuadamente.”
Dicha esta Oración diríjanse a su Altar como si guiaran a los Visitantes, y nuevamente visualizando a los Arcángeles frente o junto a Ustedes, ya sea de pie o sentados en tronos, o como si flotaran en la habitación rodeados de una nube luminosa. Esta visualización depende sólo de ustedes y de la idea que pueden formarse de Ellos y la situación.
Sin detenerse demasiado en detalles, sientan interiormente y con todo su Ser la presencia de Ellos. Y luego digan la siguiente oración:
“Estas velas, este incienso y estas flores son el presente y homenaje que presento para Ustedes, Amados Seres de Luz, como gratitud y ofrenda amorosa. Y entre el regocijo que siento por su Divina Presencia, les solicito tengan la bondad de ayudarme en mi sendero concediéndome las gracias que necesito para crecer interiormente y superar las pruebas que me esperan en mi camino de evolución.”
Luego de decir esto, háganse la idea de estar ante Hermanos Divinos llenos de generosidad y abundancia, que habrán de satisfacer todos sus pedidos con total Amor. Háblenles con respeto y sin temor, sin dudas. Según la fe que pongan, así las Leyes Cósmicas los obedecerán en sus requerimientos.
Recuerden que debe permanecer en Amor, Respeto y Devoción, por la Jerarquía de los visitantes. En este momento abran su corazón a Ellos y si tienen alguna duda, pídanles Luz. Si tienen algún dolor, pídanles Consuelo. Si tienen alguna culpa, pídanles Perdón. Pídanles con humildad lo que necesitan. Recuerden también las necesidades de otros: familiares, amigos, vecinos, etc. y pidan también por ellos. Reserven un lugarcito para pedir por la humanidad y el mundo. No se olviden de nada y de nadie. Cuando terminaron los pedidos, agradézcanles por anticipado. En este momento más que en cualquier otro, la oración debe ser personal. Debe brotarles de lo más hondo del corazón, con todo el sentimiento, con la mayor confianza, con entrega total. Recuerden que ese será un momento de Comunión en su Altar con los Arcángeles y que Ellos han venido a Ustedes por que han sido llamados, movidos por el más puro Amor. Ahora no hay motivos para callarse nada. Sólo ellos los escuchan. Todo es Paz, Felicidad y Armonía.
Luego de esta Oración Final, dispónganse para terminar el Ritual, prepárense para despedirse simbólicamente de los Arcángeles.
Para ello deberán decirles esta Oración:
“Amados Seres de Luz: les agradezco con todo mi corazón su presencia en mi Casa y mi Altar, ya al final de este encuentro personal por hoy, me pongo al servicio de Ustedes con cuerpo, mente y espíritu, en la medida de mis capacidades, para que dispongan de mí en el trabajo Cósmico. Ustedes saben mejor que yo, el cómo, el cuándo y el qué. Yo sólo me entrego a Ustedes, en el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.”
Ésta Oración (como todas las demás) puede ser modificada, por supuesto, conforme al sentimiento o creencia de cada uno. Seguidamente harán la Señal de la Cruz o la que hubieren elegido y apagarán las velas.
Al hacerlo deberán decir: “La Paz, la Luz y el Amor quedan conmigo”.
Podrán dejar encendidas o no las velas, pero si desean apagarlas, este es el momento adecuado.
Gracias Queridos Amigos por estar juntos otro Año más al lado de nuestros Bien Amados Arcángeles, con el Amor de Siempre Ruby.